Uno de los pilares de la propuesta de Lacan es, sin lugar a dudas, lo real. Junto con lo imaginario y lo simbólico, como se sabe, forma el trípode con el que el psicoanalista francés leyó la realidad humana en la clínica psicoanalítica.

Lo real suele ser un concepto bastante enigmático, de contornos mal definidos, y frente al cual muchos lectores de Lacan se rompen la cabeza.

En este artículo hablaremos de tres pistas para entender qué es lo real en Lacan. Al final del mismo podrás descargar gratuitamente un pdf con el mindmap que utilicé para redactarlo.

1. Lo real se presenta a través del síntoma

¿Por qué nos interesa entender qué es lo real? Porque si hay algo en lo que Lacan insistió siempre en su enseñanza, es que lo real se presenta a través del síntoma. Es decir, que lo real es nuestro asunto cotidiano en la clínica psicoanalítica.

Las formulaciones de Lacan en los años setenta insitieron enormemente en esta idea. Lacan dice, por ejemplo, que el síntoma “viene de lo real” (La tercera). Precisa, incluso, que el síntoma “‎es el efecto de lo simbólico en lo real” (Seminario 22). ‎ Y, ante su público en la Universidad de Yale, en los Estados Unidos, se atrevió a decir que el síntoma “es lo más real que tiene la gente” (Conferencia en Yale).

Quiere decir que el síntoma, eso que nos ocupa todos los días en la clínica, tiene que ver con lo real. Es inevitable que, si vamos a trabajar el síntoma, nos encontremos con lo real, que viene a cumplir ahí una función de atolladero, de lo que hace que algo no ande bien, que cojee. Y en general por eso es que llegan los pacientes a nuestro consultorio: porque algo no anda bien. Es decir, porque hay una presencia de lo real en sus vidas a través del síntoma.

Aunque esto es tan claro en la enseñanza de Lacan hacia el final de su vida, no siempre fue así. Lacan tuvo que recorrer un camino sinuoso para llegar hasta ahí. Un camino en el que hizo una promoción teórica paulatina del concepto de real.

Veamos brevemente cuál fue ese camino, para mejor poder situar enseguida la definición de lo real.

2. La noción de lo real en Lacan fue objeto de una promoción teórica

La noción de lo real aparece muy temprano en boca de Lacan. Incluso desde su época de analizante. Podemos encontrarla, por ejemplo, en los primeros debates que tuvo con otros psiquiatras de su época, sobre todo con Eugène Minkowski.

Minkowski era fenomenólogo y pertenecía al mismo círculo intelectual en el que se desarrollaba el joven psiquiatra Lacan. De hecho, fue de él que nuestro psicoanalista extrajo la primera noción de estructura que utilizó en la construcción de su obra.

En un debate que tuvo con Minkowski en 1936, Lacan opuso los fines de la fenomenología a los fines del psicoanálisis, en términos de lo real. Opuso lo real filosófico a lo real psicológico. Nótese que no dice lo real psicoanalítico, aunque haga referencia enseguida al psicoanálisis. Era otra época, y en aquel entonces decir que el psicoanálisis tiene que ver con la psicología no era una herejía como se nos hace pensar el día de hoy.

La idea de Lacan en esa intervención en 1936 es que el fenomenólogo llega hasta los datos últimos de la realidad, es decir, a lo real filosófico. Y ante ello tiene una actitud contemplativa. En cambio, el psicoanalista llega hasta el fondo del síntoma, encuentra lo real y ante ello tiene una actitud de conquista. Porque eso real que está ahí en el síntoma tiene resonancias concretas e individuales.

Dos años más tarde, cuando Lacan expondrá la idea de los complejos familiares, nos dirá que cada uno de ellos corresponde al momento en donde hay un conflicto crucial con lo real. Frente a ese conflicto, el individuo deberá o avanzar o quedarse estancado, y eso tendrá consecuencias al nivel de sus síntomas.

Pero tal vez la influencia mayor que Lacan tuvo en sus inicios para la construcción posterior del concepto de real haya sido la de su maestro Alexandre Koyré. Este epistemólogo publicó en 1939 su libro “Estudios galileanos”. Ahí estableció una relación entre lo real y lo imposible, que nosostros vamos a poder encontrar en Lacan muchos años después.

La idea de Koyré es que  para explicar el movimiento en física se recurre a algo que es imposible: el movimiento rectilíneo uniforme. El movimiento rectilíneo uniforme no existe en la realidad, es una abstracción, pero es algo que puede calcularse y fundamentarse matemáticamente e incluso sacar consecuencias de ello para entender lo que sucede en el movimiento de los cuerpos. Concretamente la cita en que esta relación aparece dice lo siguiente:

Aunque estos antecedentes de la noción de real están muy presentes desde los inicios de Lacan, no va a ser sino hasta la década de los cincuenta, con su retorno a Freud, cuando nuestro autor va a poder enunciarlos de una manera clara y directa. Particulamente, en su conferencia del 8 de julio de 1953 ante la Sociedad Psicoanalítica de Francia, Lacan expuso por primera vez que hay tres registros que constituyen la realidad humana: lo imaginario, lo simbólico y lo real. Esa trilogía fue lanzada entonces poniendo a lo real como el correlato de lo simbólico y lo imaginario.

Con el avance de su enseñanza, a partir de 1964, Lacan dará a eso real un estatuto particular y específico, al punto de que al  final el acento de la práctica del psicoanálisis y de su teorización van a estar puestos en lo real.

Luego de este breve recorrido, estamos listos para abordar tres pistas para una definición de lo real en la propuesta de Jacques Lacan.

 

Tres pistas para una definición de lo real

Llegamos al núcleo de este artículo: daremos a continuación tres pistas para una definición de lo real en Lacan. Gracias a ese desglose veremos cómo, punto por punto, Lacan opone lo real a lo simbólico, para que nosotros podamos extraer una definición precisa de lo que eso quiere decir en su propuesta.

i) Lo real es lo que vuelve

A diferencia de lo simbólico, que Lacan delimita como “lo que puede cambiar de lugar”, lo real es lo que volvemos a encontrar en el mismo sitio. Es decir, lo que vuelve siempre al mismo lugar.

Hay en lo real -particularmente lo real del síntoma- una insistencia, un retorno, una reiteración, que hace que se presente siempre en el mismo sitio. Eso real que vuelve siempre al mismo lugar, no es de este mundo -es decir, no se le puede pensar o concebir en los términos de lo simbólico o lo imaginario, que representan para nosotros el mundo- es, por tanto, algo in-mundo (en el sentido de negación del mundo), pero también inmundo (en el sentido de algo que es un desecho, un resto desagradable).

Lo real, entonces, vuelve. Y en donde se capta muy claramente ese volver es en la psicosis, donde lo que fue forcluido de lo simbólico vuelve desde lo real como fenómeno elemental, como alucinación, como delirio.

ii) Lo real es lo imposible

Esa es una afirmación de Lacan que encontramos tal cual varias veces, entre otras, en Radiofonía. Es decir, que lo real imposible determina y explica la realidad posible y efectiva.

Eso real, en tanto imposible, no cesa de no escribirse. Lo cual quiere decir que lo real puede ser determinado por una formalización lógica, gracias a la letra.

La letra no es el significante. El significante es de lo simbólico; la letra es el soporte de lo real en cuanto que para determinarlo y poder localizarlo necesitamos una formalización algebráica. Por eso los matemas de Lacan, los grafos, la topología de nudos.

iii) Lo real es lo traumático

Lo real remite al encuentro fallido, al azar puro, a la contingencia que en algún momento hace vacilar al individuo y le causa trauma.

Ese azar puro, en el vocabulario aristotélico que Lacan va a retomar en el seminario 11, se llama “tyché” y se opone a la repetición automática del significante, “automaton”.

Eso traumático con lo que el individuo se encuentra azarosamente en algún momento de su vida, ese encuentro fallido, ese desencuentro, reactiva la experiencia de la captura de lo real por el lenguaje. 

El lenguaje, para capturar lo real, únicamente puede hacerlo en forma de agujero. Es decir, el lenguaje puede bordear, rodear, configurar una zona en la que se localiza ese agujero que se llama lo real. Por eso, lo real en el vocabulario de Lacan, con un neologismo también se llama “troumatisme”. Al cambiar en francés la “a” de “traumatisme” por una “o”, Lacan hace resonar la palabra agujero “trou”. Y eso es una forma para hablarnos de esa interacción que lo real y lo simbólico tienen.

En síntesis

En este artículo hemos dicho:

1.- Que lo real es un concepto que nos interesa en tanto clínicos porque el síntoma viene de ahí, porque él está anclado en lo real.

2.- Que lo real es una noción que fue ganando en promoción y en importancia a través de la enseñanza de Lacan. Aunque en sus inicios ya encontramos las bases de cierta manera de concebirlo, es al paso del tiempo que eso será articulado a los otros dos registros -lo imaginario y lo simbólico-, hasta encontrars su estatuto propio en la imposibilidad lógica y dar el acento preponderante en la clínica y en la teoría psicoanalíticas.

3.- Que hay al menos tres grandes pistas para hacernos con una definición de lo real: lo real es lo que vuelve siempre al mismo lugar (haciendo síntoma); lo real es lo imposible (que nos permite determinar y explicar la realidad); lo real es lo traumático (aquello que hace agujero de lo simbólico).

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